La fuerza muscular podemos definirla como “La capacidad que permite desarrollar un trabajo dinámico o estático, en el que la musculatura controla la estabilidad o el recorrido articular, venciendo o no una resistencia”. Esta fuerza se puede activar de forma concéntrica, excéntrica o isométrica.
Puede considerarse el fundamento y objetivo más importante de RGM, ya que cualquier movimiento, por muy mínimo que sea, requiere un nivel de fuerza muscular. Dicho de otra manera, sin fuerza, simple y sencillamente no hay nada. La fuerza muscular la conseguiremos de forma gradual y equilibrada.
Para la óptima ejecución de los ejercicios, de cualquier movimiento o posición estática precisamos de la fuerza muscular. Por esta razón, será imprescindible progresar en ella de forma equilibrada para que todos los movimientos estén lo más coordinados y efectivos posibles.